Con una pena enorme, y sometido
al dolor infinito de extrañarte,
procuro de mis sueños arrancarte,
ya que entrar en los tuyos, no he podido.
Con todo mi universo oscurecido,
porque me falta el sol, sin contemplarte;
renunciando a la magia de nombrarte,
y al gozo de latir con tu latido.
Me alejo para siempre de tu lado,
a pesar de este fuego que consume,
todo mi corazón. Aunque me abrume,
la angustia de estar tan enamorado,
sin poder embriagarme en el perfume
con que la Flor de tu alma me ha ahogado.