Cuan pez de los bajíos,
hundo el amor mío en la
profundidad de tu alma
persigo el sentimiento
que quedó en
rebeldía; para traerlos a
mí ley.
Cuando todo esté sereno,
cuando ya no exista riesgo
de que turben tus miradas
ondeará mí bandera en la
cima de tú cielo con la
brisa de un nuevo
amanecer.
Me gusta estar en la cima;
porque puedo ver más
lejos, me entristece estar
abajo; porque siento un
encierro y sólo en tu
corazón procuro estar
bien profundo.
PABEDIZ…