aday63

SUTIL DIFERENCIA

Como la brisa del mar,
y el canto de mil jilgueros
acaricias con palabras
mi corazón y alma entera.
Descubro en este momento
que para saber amar
basta una dulce palabra
el roce de una mano,
una breve mirada
o la sola compañía
en un momento crucial.
No necesitas decirme
que por mi lo dejas todo,
ni darme oro ni joyas
o gritar que soy tu dueña.
Me basta mirarme en tus ojos,
me basta soñar en tus brazos,
me basta sentir tu presencia
cuando la fuerzas me faltan,
eso, hace la sutil diferencia
entre encadenar un cuerpo
y entregar el alma entera.