Te doy a beber de mi pecho
sus latidos;
del vientre puro en donde anido
el aura jubilosa de mi estío,
reflejo de tu belleza,
cicatriz de mi olvido…
Plagando tus labios
de rocío radiante…
Libero la paz de mi universo
en los brocales de tu lengua
y mi rosa brota fragante
en la grieta henchida de tu boca
por beber de mi nombre cada letra…