Timón de los audaces
El mundo es el timón
de los audaces;
rapaces que manejan con arrojo
manojos de palabras incapaces,
de frases
e improperios como abrojo.
Enojo de mi alma en esta fase
manchase y digo
sólo que a mi antojo
y enojo espero yo que al fin se anclase
y pase a este mar vil
de los despojos;
que el flojo
no merece mis tristezas,
rarezas, neurastenias plañideras;
y espera que te espera
el alma mía
la vía de otro mundo
que ya empieza
y reza con la fe y con la osadía
que mía
quede aquí la calavera.
Augusto Nahuel