Maldita sea esta plaga
que se esparce como una maldición sombría
esta incertidumbre que se debilita,
Junto a unos pregoneros,
que no se ahogan entren sus seguidores,
los rayos de sol caen en este mundo
sin sabiduría ni sensatez.
Aquí donde las penas abundan en la vuelta de la esquina,
donde el instinto envenenado de las almas
crea personalidades,y olvida la esencia de donde venimos.
Ellos que no se si podrán dormir en paz
escuchando sus aullidos,
después de haber escupido tantos pecados
de sus lenguas perversas.
Ellos que maldicen con una sola mirada,
obstruida por si ilimitada creencia,
que inhiben sus fortalezas al verse superiores.
no muestran esencias,
ni divinidad
ni humildad.
Dentro de antros de primera
se reúnen , y comparten sus aparentes victorias de errores
la realidad de su sensatez
al mundo de escarlata
y rojo, cuando levantan las armas con espasmo.
Fervientes, para ser mas poderosos de lo que son
sin mirar los horrores,
que van mas allá de lo insufrible
Que pasa con las melancolías, atrapadas en lagrimas,
que pasa con el sufrimiento humano,
¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Debería ser hora de parar el dolor intenso
debería ser hora parar ese mar de sollozos,
que envuelve al mundo,
debería ser hora, de dejar que los hombres se metan n las trincheras
para no matar al mundo, que no saben defender
Basta de bestias sometidas
farsantes sin verdad desnuda
dejar que alguien sea capaz de buscar respuestas alternativas
dejar vivir con otros criterios preliminares
basta de gobernar