Existe un punto virgen en la luz difusa de una nube
donde anda descalzo el recuerdo de un sueño.
Silenciosamente vaporosos mis pasos te llevan
despacio
a mi espacio encendido.
El cielo sonríe de rojo. De ocaso. De nuevo.
El fuego apaga la hoguera. Las veces que las voces reniegan la escena.
Mi boca está llena
de palabras, de tu alma, de espera.
Despertaré mañana vestida de olas. Mojada. Con alas.
Cielo de llamas y de vuelos. Me quedo
en el punto tuyo más escondido. Me quemo
ahora
contigo.