Me traes la interrogante
que si me he de retirar.
Yo te voy a contestar
pues es pregunta importante.
No es por ser decepcionante
pero te quiero decir;
yo no voy a decidir
un día enganchar los guantes.
Para retirarme, antes,
prefiero de pie morir.
Yo bien sé que todavía
tengo mucho por hacer.
¡No doy mi brazo a torcer!
En toda la vida mía
siempre me ha dado alegría
el servir entusiasmado.
No he de ser desperdiciado.
No me rindo amigo, pues
estar retirado es...
¡estar dos veces tirado!
Muchos piensan que es preciso
que, al a cierta edad llegar,
se detenga el caminar
y se gestione un permiso
para conseguir un piso
en la casa de retiro.
Cuando al espejo me miro
yo puedo ver en mi cara
los surcos que el tiempo ara....
más ni así yo me retiro.
No creas que es terquedad
pero es que estoy convencido
que a este mundo yo he venido
para servir de verdad.
Eso no es cuestión de edad;
mientras me quede energía
emplearé esta vida mía
extendiéndole la mano
a todo aquel ser humano
que pida mi simpatía.
Tengo mucho por hacer
y me proyecto al futuro;
es así, te lo aseguro.
Mejor de pasion arder
que de tedio enmohecer.
Soy muy sincero contigo,
por eso, querido amigo,
te tengo que reiterar,
no me voy a retirar
a contemplarme el ombligo.
Wilfredo (Wilo) Feliciano Colón
Yauco, P.R., Junio 1996