Preciosa descendiente,
primicia de la flor de mayo
que se unió a don José.
Llevas carisma en la sonrisa,
en tus venas, la sangre
del sol de oriente
en la tierra del Quetzal.
Aunque con otra ciudadanía
siempre disfrutarás las quesadillas,
los jocotes, los molletes y el tamal.
¡Que Dios te guarde
mi chapina americana!
un abrazo por tus éxitos,
por tu paso en esta vida
esparciendo tu amistad.