Encendi mis poemas con el calor de mi pecho
una humareda extendió sus alas blancas
se eleva acercándose a ti, lleva,
percibiendo esta un perfume a rosas,
deposite una lágrima en ella para decirte
Te Quiero
Quedo rastros en el cielo de sus paso
dejando tu nombre eterno, escrito, como tatuaje al cielo,
lo percibe tu memoria mas allá de mi nombre
y de la cenizas florece un corazón rojo latiendo,
parece sonreír porque esta pronunciando tu nombre.
Y la llama que consumió
las letras empañada en roció,
de lo que un día fueron mis lágrimas
hecha cada una en letras dulce,
esta llamándote de la manera mas impensada
murmurando en cada latido llamandote.
Acerquemos nuestra piel y encendamos un fuego
que de sabanas tendremos los pasos de mis poemas,
que en tu piel detallaron en besos el rocé de un te quiero
y en tu mirada me pierdo para despertar en el cielo.