Ella
soñó despierta,
esculpió quimeras,
contó estrellas,
quiso dejar su huella.
Pintó fantasías,
enmarcó una ilusión
la decoró con pasión,
quiso ser ella.
Atesoró la esencia
que dio vida a sus letras,
vertió su corazón
lo guardo en un cajón,
quiso olvidar quien era.
Olvidó sus poemas,
en un rincón quedaron sus versos,
y en su memoria
no quedó recuerdo,
quiso borrar su estela.
Su pluma se secó
su cuaderno la extrañó
y ella
eternamente durmió.