Querido amor
Amada amante
Que alegría
Es ver el color
Luz diamante
De tú algarabía
A veces con temor
Otras veces valiente
Otras con sabiduría
Con el sutil olor
De la hierba naciente
En una primavera tardía
Y aunque no oigas el clamor
De mi corazón silente
Ni veas la luz del alma mía
Quiero que sepas sin temor
A morir lentamente
De una sutil agonía
Que eres tú, el amor
Que controla totalmente
Mi existir, como una ironía
Profecía mortal de amor
De un corazón herido, silente
Y lleno de alegría
Al ver el dulce color
Luz diamante
De tú algarabía.