Lord Leiden

Carta A la Mujer Amada

 

Querido amor

Amada amante

Que alegría

Es ver el color

Luz diamante

De tú algarabía

A veces con temor

Otras veces valiente

Otras con sabiduría

Con el sutil olor

De la hierba naciente

En una primavera tardía

Y aunque no oigas el clamor

De mi corazón silente

Ni veas la luz del alma mía

Quiero que sepas sin temor

A morir lentamente

De una sutil agonía

Que eres tú, el amor

Que controla totalmente

Mi existir, como una ironía

Profecía mortal de amor

De un corazón herido, silente

Y lleno de alegría

Al ver el dulce color

Luz diamante

De tú algarabía.