Las campanas del domingo
escondieron sus ecos
entre los vientos del Sur
y los jardines entecos
Sobresaltamos lo dos
por la emoción de encontrarnos.
Por primera vez el tiempo
no se detuvo a mirarnos
A ti, se te escondió el abrigo.
A mi, me temblaron los labios.
El reloj, tenía la urgencia
de una cita en desagravio.
Debía quedar atrás para siempre
la ausencia del cariño,
y habría de florecer
la inocencia de algún niño.
Tanta ilusión reprimida
rompió su dique de acero.
Dos corazones latían
al mismo ritmo certero.
Hace una año...Amor mío…
El mismo viento rozará
aquel mismo lugar de frío soleado
pero tu amor… ya no estará.
Las mismas campanas tañerán
sus presagios de besos y caricias.
Pero en vez de mimos y ternuras
acudirán recuerdos de injusticias.
Se acorta mi camino.
Se alargan mis ansias de vivir.
Mi amor, te llamo, ven…
Te quiero en mis brazos, antes de morir.