Me dispongo a amarte a cielo abierto,
olvidando los restos que sumen restas,
seducción perfecta que desde el alma quiero
coloreando de bueno tu ir y tu entrega.
Timones a ciegas del navegante latir,
dados a concluir en la sorpresa diaria
fusionada las savias de cada uno al sentir
más adentro que en si, lo mejor en su alma.
Beso que ondea a toda asta su delirio,
corazón adentro existo, más profundo siento
tu boca en cueros carcomiéndome el suspiro
de este amor que a los gritos conjuga su verbo.
Inseparable nosotros acampado en venas
donde la vida despliega su ilisión y porvenir,
instinto del si que impulsivo nos condena
a la libertad plena de estrenar su elixir.
Me dispongo a amarte a cielo abierto,
en la silueta desnuda del abrazo infinito,
terrateniente y dominio de un único sentimiento
tan necesario, tan verso que por mis ojos, recito.
Esencia