Algún sentimiento indescifrable
Se esconde entre tanta sangre
Algo distinto que no es palpable
Entre pedazos de hueso y carne
Entre la decepción y la esperanza
Esquivando el cuello, cortando el aire
Escindiendo la bruma que nos abrasa
Intención flagrante de un nuevo baile
La sensación de luchar sin sentido
Escoltada de una férrea persistencia
La ceguera ante aquello que se ha ido
Y seguimos buscando con impaciencia
Lo único restante cuando todo muere
Y que se presenta como simple elección
En el momento en que todo nos hiere
Un susurro tenue, una frágil invitación
Entre un amor pútrido o un sueño roto
En llaga reciente o cicatriz sangrante
La opción de todos, la decisión de pocos
Un rastro de vida para nuestro semblante
La mezcla del polvo que hemos mordido
Con las cenizas de la ilusión carbonizada
El brebaje de ese conocimiento adquirido
Para aguantar el frio de una nueva velada
Aquello que diferencia al ser humano
El potencial infinito que opaca al cuerpo
La estupidez de lidiar una lucha en vano
Por saber que no se ha agotado el tiempo
La espada etérea que destaja a la derrota
Cuando no existe más razón o necesidad
Lo que tan solo en el corazón humano brota
La magia que es llamada fuerza de voluntad.
Andrés Ruiz H.