Diaz Valero Alejandro José

Alta cocina (Versión II)

Mis amigos a cada instante

cuando visitan mi hogar

me envidian el restaurante

y hasta quieren almorzar.

 

Y es que mi acompañante

tienes unas manos de seda

que parece un restaurante

de esos de cinco estrellas.

 

Todo lo que ella cocina

es para chuparse los dedos

hace tantas maravillas

que orgulloso estoy de ello.

 

Prepara un pavo horneado

con una salsa especial,

dígame los estofados

le quedan sensacional.

 

Esas papas rebozadas

y pollo con champiñones

sin contar las ensaladas

con crujientes camarones.

 

Cuando prepara el salmón

le queda tan delicioso

que me aflojo el cinturón

para comer sin reposo.

 

Si prepara aperitivos

deliciosos siempre están,

con el sello distintivo

de un lujoso restaurant.

 

Comida bien preparada

hecha de miles maneras,

que nunca tenemos ganas

de ir a comer afuera.

 

Es cocinera perfecta

y no se interprete mal

nunca quema las recetas

aunque esté sin delantal

 

Ayer casi, conmigo termina

por unos versos de humor

hoy le elogio su cocina

para ganarme el perdón.

 

Y no sé si decirlo es necesario

pero lo digo con mucho honor,

que en parte de ese arte culinario

yo he sido su profesor.

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