¡LINDA CUENCANA!
Es llamarada, su blanca sonrisa.
Es su piel lienzo, por dioses labrada,
morena cuencana; de piel dorada,
de risueños ojos, de manos sin prisa…
que esculpen amistades en mármol
y eternizan silencios con la mirada.
Di ¿Quién te canta negrita adorada
e ilumina tu rostro con rayos de sol?
¡Será la luna quien en tu ventana
en las noches se acuna, para admirar,
el canto alegre y dulce fortuna
de ver tu pecho abierto, de par en par!
y cual bella brisa, ¡Linda Cuencana!
tu cuerpo de seda… quiere acariciar.