Porque entre más tóxica sea la droga, mejor...
y si he de escoger entre el sexo, la cocaína y tú...
la que más me mata, y sin dudar que mejor sabor tiene,
es este amor. Destructivo. Agonizante y pervertido.
Son estas ganas que me matan de asfixiarte, de ahogarte, quemarte;
son estas ganas que te ganan...
Que te traen siempre a mi lado ¡Y que nos hacen y que desquitan!
De carne placeres, inconmensurables.
Es, mi putita, este tierno amor que me hace llamarte mía...
Siendo ajena... Es, está dependencia, tóxica
que me mantiene pegada a mi voz y que te tiende ante mi bao...
Y mientras más huimos de nosotros, más es nuestra necesidad de saciarnos...
Porque NADA libera e nuestros cuerpos ese nivel seductivo de orgasmos.
Y que sin duda mi mujer amada, sin duda...
en mi abstinencia te amaré,
y los viejos humos que me envolvían
en deliberantes caricias, son ahora...
Opacos recuerdo de tu belleza.
Pero, amor, te amaré.