Hombre Sin Pulso
El Cielo
El cielo es esto, te dije.
Tú en el hueco de mis piernas, yo con un vaso en la mano y tu boca en la mía.
Tú no hablabas, te apretabas fuerte contra mi pecho y tus manos se entrelazaron tras mi espalda.
El cielo es esto, volví a decir. Luego, me contaste historias de tu infancia, locuras de juventud. Me hablaste de otra época, de otra gente. El bar estaba repleto, pero nos sentíamos solos. Pegados el uno al otro.
El cielo es esto, repetí. Y levantaste el rostro. me devolviste una mirada cargada de amor, y supe que la eternidad cabe en un instante, porque un instante es eterno en el recuerdo. El cielo es esto.