El viaje a la playa, se da
sin pensar, con mente en blanco
limpia, pura, y vacía, blanco
corazón, abierto, se da
y naturalmente, se da
durante, todo el día, viaja
viendo y recogiendo, viaja
con alegría y entusiasmo
con encanto y entusiasmo
para sentir esta poesía.
Alegría y felicidad
se van, todos a disfrutar
sin parar y hasta llegar
a la playa, con hermandad
a la playa, felicidad
solo unos días, van a tomar
de playa, sol, arena y mar
para despertar, los sueños
para vivir, esos sueños
que no paran, de llegar.
El viaje a la playa, se da
el camino se hace al andar
desde la Ciudad Bolívar
pues, hasta Río Chico, se da.
Héctor Molina