Así casi con el viento,
Igual como lo hacen las aves
Como las cosas que van al cielo
Así lo haces tú en la simplicidad de mis naves.
Tengo los destellos revueltos
Y en mi estomago retumban los amaneceres,
Son aquellos vacios pequeños,
Enteros de remordimientos ingratos con los herejes
Eres las nervaduras de este corazón sin alma,
Los dueños veniales a la rebeldía agotada
Todos son en común residuos
De pétalos en calma
Eres ese invierno que enfrías las almas
Con esos callados portuarios de los estíos en malas
Míralo que ya apareció las falsedades de la clemencia
Una risible grotesca mancha en la sabiduría de las palmas.