Tómate el tiempo que quieras
deja que el tiempo te empape
y que oiga tu corazón
el saber porque me amaste:
Te buscaba en las mañanas
y entre gotas de rocío
te contaba mil historias
de lo que había vivído.
Lentamente y sin censuras
te desnudaba mi alma
y sin tapujos llegabas
al fondo de mis entrañas.
Y así pasaban las horas,
y así pasaban los días,
y así nos enamoramos
fuí tu vida y tu la mía.
No tengo nada escondido
ni una pizca te guardé,
fuí queriendote despacio
como se aprende el querer.
La noche nos sorprendía
entre baladas, perdidos
susurrandonos caricias
que nos servían de abrigo.
Y así, sin apenas ruido
como quien va de puntillas
sellamos amor eterno
poniéndonos de rodillas
y como dos adolescentes
tatuamos nuestro amor
y con la sangre vertida
lacramos el corazón.