Diaz Valero Alejandro José

Monumento a tus manos

Es tu mano grácil de seda
que deshila sus amorosos hilos
cuando busca mis dedos y se enreda
para hacer con la mía un ovillo.
 
Son tus tibias manos un remanso
cuando ambas recorren en procesión

avanzando sin tregua ni descanso
hasta lograr encenderme la pasión.
 
Son tus manos como dos mariposas
que revolotean en el jardín del amor
son tan elocuentes, aunque silenciosas
porque usan un lenguaje que traduzco yo.
 
Son tus manos pequeñitas y traviesas
esas que yo beso de modo efusivo
las mismas que acompañan tu tristeza
cuando dicen adiós al despedirnos.
 
Por eso en nombre de este sentimiento
que ambos por dentro ya llevamos,
haré al amor un monumento
erigido con versos a tus manos.

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