Las aves con su ajetreado aleteo,
el mar en su suave oleaje
y también en su salvaje marejada,
el viento que se filtra entre los árboles,
mis pasos sobre alfombra de hojarasca,
tus labios con sus ósculos vibrantes,
mi piel cuando rosa con la tuya,
el río que discurre entre montañas,
el suave chapoteo de los cisnes,
todos ellos con sus tenues sonidos
susurran suavemente a tus oídos
el más dulce secreto que he guardado
y que brota cada vez que yo te miro
eres tú el sujeto de toda mi ternura,
vives dentro de mi en todo momento,
pues mis poros gritan en silencio,
que te amo, deseo e idolatro,
susurremos igual que lo hace el viento,
que soy tuya en cuerpo y alma entera.