Apagar… cerrar… sin ver,
no caer
(no sientas lo contrario).
Luz nocturna algo tecnológico,
oscuridad algo natural.
Nadie piensa
observarse uno,
cierra ojos uno por uno
ver a ti.
(despacio y suavidad).
Nunca vi a mi otro yo,
cuando no estaba Luz.
Una nena naturista,
me tupió los ojos
con un botón en los pies.
Al comienzo no veía,
por lo acelerado...
tenía que hacerlo pausado
para prender el brillo calmado.
Ella abrió mi mirada muy grande,
sacando la tela cubridora,
que cuidan la mirada.
Solo hay que cerrar los ojos
y mira dentro de ti.
Enviamos todo lo malo al mar,
pero con suavidad.
No se hundían…
Estaban encima del agua
en una inmensa manta nocturna.
Baje y les abrí el mar para que
se fueran a nadar.
Y se vio el naranjasol.
Ella otra vez me
mandó a mi ser,
a una pantalla.
Pero no era Yo,
es mi Otro Yo.
Te veías en todo el cielo,
en un espejo circular.
Al costado abajo estaba en
una nube sonriéndome Mamá.
Que felicidad…
RADIANTE TOTAL.
Todo se vio en esa gota saliendo
solo de mi ojo callado.
Niña natural,
solo quiero invitarte un anís
en la playa feliz.
Mojándonos los dedos de abajo y sonreír.
Escuchar las olas…
ver al Sol saludándonos con el mar.
Eres mas niña que yo.
Se ve tu energía,
que sale por tus manos, ojitos y voz.
Tus dedos son telas de seda de duraznos
con mucho amor.
Tus ojos son un faro que alumbra todo…
todo lo que deseas ver.
Mi loco pensar no es el único orate
(pensando que uno es el chiflado que
solo el es quien nunca hablo y
solo escucho)…
Dar las gracias es
bueno cuando hablen los oídos,
mejor cuando escriba la boca…
Pero lo mejor es
cuando conectan tu cabeza con corazón,
con rayos ultranaranja de amor.
Un estrujón de oso polar a todos
los que crearon ese rayo hermoso…
Y a los que yo se los haré.
Otra vez te ordena ella…
La malo en pantalla en una cartulina
negra de tela de hojas
Todo se pone mas pequeño
En cono la cartulina se refresca en
la orilla del litoral
La estire y era toda blanca con
nada en su ser
Veo en ella mi rostro… mi ser
La solté y con el aire se
fue volando al sol
EL y Mamá viendo el cartón
volando hacia el amanecer
Todo esto se inspira en diez puntos digitales
con mucho poder del amor
de la nena conectada a EL.
Toño Bellido Ugarte ©
23.05.2011