Tu poema era frágil, lo lamento,
No tenía carne ni huesos, era seco
era de cristal, como un jarrón
lleno de artimañas y de mentiras
de mórbida efusión, sin control
no tenía madrigales, ni corazón
ni aguas sanas, ni esencias, ni predicción
era vacío, discordante, sin verbo
era más frío que el mismo invierno
solo deseaba salpicarse en mi exterior
Tu poema, de mis manos resbaló
lo lamento, pero se destrozó
sus quebrados pedazos recogí
y al pretender unir sus coplas
me rasgue el alma con sus filos
ahora no riman sus estrofas
y sangran sus estribillos
¡Cuanto lo siento!
Después de tanto empeño
En construirte un poema
Ayer de mis manos se deslizó
Era cóncavo vacío, de cristal
Y al caer al suelo, se quebró