INCOMBUSTIBLE
Aunque
la voz de mis ojos
haya
perdido sus registros
y
mi cercano oído recoja, egoísta,
el
eco sordo del dolor.
Aunque
la torpe palabra
no
centre mis deseos
y
los pasos
recorran
ya eternos
la
sísmica existencia...
Aun
es roja y brava
la
sangre que discurre
en
mis arterias
y
se hacen amigos risa y llanto
en
el desgarro de la histeria
(sobrecogiendo
a la mismísima
intensidad).
Y
es que no hay duda,
la
vida me ama,
es
mi amante,
me
chulea, me fustiga
y
me regala
ese
beso dulcisimo
de
la reconciliación,
me
susurra
!estas
viva! Sigue!
Ámame
solo a mi
en
quien tu palpes
el
que llene de sonrisas
tu
mirada,
y
dibuje la luz de la esperanza
en
tu cara.
Aquel,
que
sin moneda te regale
una
pomada para el alma.