Negro rectángulo sombrío.
Mas que sombrío apagado en quemazón
Querubín de la ilusión...
¿ Dónde andarás volando?
En la pizarra letras y letras.
Números y más números,
como sumas de una madame
comprando vírgenes con forma en el mercado.
Raya la tiza su pico de hielo.
Ocupa el espacio azul de la pared
La luz entra como vela por la ventana,
único cuadrado abierto de fuga y esperanza..
Se borran las rayas y vuelven letras y números inútiles
acosando mentes infantes
con tesis de humo diluido.
ni una fugaz nova enamorada del rayo,
solo niebla espesa en la negra pared de madera trazada.
Vuelven los números antropófagos, sin ángeles ni sueños,
dentro lloran los niños huérfanos de alegría su futuro letargo de látigo.
Donde andará el ritmo de los himnos y sus platillos
entre los números de mortaja sin danza de atabal.
Resonante de “nada” penetra la doctrina.
El que no sabe adivina...
El que siente, derrite su ilusiva vela de fantasía y
mira pasar el derrumbe del alado caballo precipitado de fuego.
En honor al hermoso recuerde enseñanza y libre interpretación que nos lego a muchos la profesora de Literatura de 5to año. quien en plena dictadura nos permitía leer en clases a los “PROHIBIDOS”, entre ellos, Pablo Neruda.
No preguntaba ¿qué dijo el autor? Si no
¿ Que siente cuando lo lee? . A ella y todos los educadores de mente abierta.