Cuando se anochece mi mente divaga
Se transporta a tus lugares tropicales,
Buscando encontrar a tu alma errante,
Mientras escucho la música sensual;
Que rítmica me deja entrever tu ser.
Cuando a solas extrañas mis manos,
Acariciar suavemente, al momento,
Que mi aliento descobija tu piel,
Para extasiarme mujer, de tu belleza,
Desnuda de falsos pudores vanos.
Solo deseamos amarnos entregados,
En medio de las brumas naturales,
De los tiempos veraniegos, prendidos,
De los momentos aciagos del silencio,
Que no deja tormento, al saber amar.