Entrañable sentimiento avistaba
lo soñado en quimera y fantasías
en estrellas y en nubes levitabas
regalando bella alma en tu sonrisa.
Los latidos en mi pecho, vez primera
con su ritmo armonioso me decían
no es lo falso del pasado en mi senda
eras real, mi corazón bien lo sabía.
Y el mundo de colores se vestía
con tus galas de vivísimos matices
el destino no más sola esperaría
ahora dos navegaríamos felices.
¡Oh, mi alma gemela, alma mía,
tú has sido y serás toda mi vida!
Copyright©2011 Rocío Vega-Ponce