Jef

Reforestando el Alma

Arranco, de la caja hueca de la memoria,
un entierro destilante de sujetos  
  y predicados;
palabras calvas promisorias de paraíso,
portadoras de hambruna y desierto.

Un cuerpo de sangre se asoma con cabeza    
                                            de sueños.
Muerto a fría guillotina de mentiras,
desangrado a prosa de puñales olvidos.

Devuelvo entonces el crimen sin castigo,
destruyendo el arma de papel
en pedazos.
Sembrada, en la escena blanca, se renueva
la semilla agonizante del alma