Las sábanas se mojan de añoranza
por aquel recuerdo de tu desnudez
un recuerdo quizá sin esperanza
pero un recuerdo sutil de tu altivez.
Tu pelvis en mi mano fue labranza
donde te dejé mi beso aquella vez
un ósculo expansivo sin bonanza
que incluso recordarás…(en tu vejez)
Cuando los años caigan sobre tu piel
y sea ceniza el ayer como el olvido…,
sabrás que entre mil hombres te he querido
aún sabiendo que tú me fuiste infiel.
A mis años ¡lo juro…! Lo he sabido
que a lo mejor no te quise… te adoré.