La danza deliciosa de tu vientre
sobre la alfombra viviente de mi cuerpo,
es tu mover de amor ardiente
entregas lo que tienes dentro.
Es el ebullir del volcan salvaje
que espera lanzar lava candente,
para abrir su drenaje
a un grito complaciente.
sigue el mover cadencioso, violento
no te pares, no te distraigas,
que aún no es el momento,
que mi lava en tí derrame,
Marca en mi alma tu herraje
para no olvidar nunca tu nombre,
que tu danza bello homenaje,
en recuerdo de tu hombre.
Sigue mujer deliciosa
dame tu corona de amor,
siempre serás mi diosa
la reina de mi corazón.
Un grito de toda pasión
al terminar fogosa y tierna,
siento el correr de tu ardor
en esta hora inolvidable eterna.
Por: Manuel Palacios