Diletante

SONETO XVII

 a María Eugenia Quintero

 

Un galán de ensüeños en la popa

del barco imaginario de María:

un galán que a lo lejos se sentía

y tan de cerca al disponer la copa.

 

Un galán para el brindis; no de Europa

del África, del Asia u Oceanía;

un galán convertido en fantasía

en horas de reposo, y en la sopa.

 

 Un galán que de versos escribía,

escribirá y que en su interior arropa

ser soñador galán de viento en popa.

 

 Un galán como aquel no existiría

 si no fuese María con su copa,

pues de él entonces ni señal habría.