El sol se oculta, y la lluvia invade los cielos con
mantos grises,delirando tonos magestuales
A través de estas dos puertas del alma.
Aquellas bestias menores,llamadas ilusiones,
caminan un paraiso bicolor, que reina entre
la realidad y angustia, que manifiesta esta
inexplicada existencia.
Me aferro a estas rejas que guardan mi
libertad a decidir, sobre mis sueños hechos
trizas, por unas palabras que caen a mis
abismos mentales.
Aves y peces, sordo murmullo,aliable
fauna reclamadora,cuando la noche
lanza aullo.
Escapo de el, al temor que nunca existio,
pues mi propia bestia lobrega,camina cojeando
a pata muerta.
Indefenso, con la mandibula abierta, su saliva
cae con rabia y sus ojos lleno de odios,miro
a mis lados, mas ninguno de ellos hay salida.