Los jazmines, las rosas y las flores
Con el amparo de una tierra entera,
Reordenaba las semillas en mi patio
Que salen entre brotes de macetas.
Los nimbos de un cielo acongojado
Con arrogancia de luz y primavera,
Se revuelven de gozo y de razones
Al remontar la guía de las hiedras.
El musgo con piedras del invierno
Se viste de un vigor entrecortado,
Con el néctar de aguas milagrosas
Empapando las rosas y los nardos.
Hay luz del encanto de unas flores
Que maravillan los ojos del olvido,
Entregando aromas de su esencia
Al viento que los lleva junto al río.
La antesala de calma y de colores
Vislumbra el olor en mis sentidos,
Arropando la gracia de unas flores
Alegrando la estancia de los vivos.
El aprisco comanda mis recuerdos
De estaciones de sol y de sonidos,
Entregando mi sino entre las flores
Con macetas de patios encendidos.
Brilla el sol a la sombra de ramaje
Con suspiros de sombra reluciente,
Agostando la esencia de una tierra
Con la paz de colores de esta gente.
Activa el ramo de rosas encendidas
De claveles que transpira la canela.
Los aromas me dicen que te miras
En la extracta armonía de macetas.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
13 de julio del 2011