Farisa

Poemas del cáncer

El cáncer tiene ojos azules y es un hombre alto

con una camisa azul celeste.

Lleva una pulsera amarilla en su brazo derecho

que indica su causa favorita.

Se sienta en la esquina

De la habitación tranquila

Y por sus venas corre veneno,

veneno que pretende acabar con el mal.

Su esposa espera paciente a su lado

y se ve tranquila.

Ha dejado de sonreír

y a veces maldice

el momento en que la enfermedad llegó.

Ambos se miran enamorado

haciéndose promesas

que no saben si cumplirán.

Y bostezan cansados

y suspiran al final.

Se parecen a mí, se parecen a cualquiera

que por la calle caminan.

 

El cáncer también es una enfermera pelirroja

bonita, esbelta y de buen carácter,

que camina entre las sillas de los pacientes

sonriendo y cargando las bolsas

de infusión y las medicinas.

Se pregunta por qué

y se pregunta hasta cuándo

pero sigue adelante

con fuerza y sin descanso.

 

El cáncer es también una enfermera joven

y una anciana

que se cruzan por el pasillo

y contrastan.

 

El cáncer es un paciente saludando a otro

diciendo sin palabras

‘Sigue luchando,

vale la pena seguir luchando.’

Es un montón de personas

en un cuarto todos juntos

compartiendo su dolor

entendiendo sus carencias.

Son las lágrimas de la esposa

la hermana, el hijo, el padre,

el novio, el compañero,

el nieto y hasta el extranjero.

 

El cáncer es un estante de libros

con títulos que hasta hace tres años

nunca hubiera escogido.

 

El cáncer es un paciente nuevo

joven e inocente

que recién empieza su tratamiento.

Su vida no ha empezado

y le dicen que ya casi va acabando.

Es la risa de su boca

y el beso de sus labios,

es la espera desesperada

y el sinsentido de esa palabra.

 

El cáncer es el silencio

después de la noticia,

es la cobija, es la silla

es el poema que no se acaba.

 

El cáncer también hace planes para el futuro

aunque no muy lejano.

Es planear una familia,

es decir ¿a dónde vamos?

Es la lágrima que se contiene

y la que sin tregua se derrama.

Es el niño, es el hombre, es la mujer,

el maestro.

Tiene tu cara, tiene tus ojos

se parece a ti y a veces tiene miedo.

El cáncer es una revista que no entretiene

un libro que no motiva,

una cafetera caliente y una coca cola.

Se enferma, pierde el pelo

duerme mucho y se queja.

 

El cáncer dice gracias

porque es bueno dar las gracias.

Luego se va a su casa y espera

pacientemente a que todo mejore.

Buenos días, buenas noches,

buenos resultados y canciones.

 

El cáncer es un poema largo que busca

respuestas, Gloria a Dios,

y justicia.

 

El cáncer es un poema malo

que inicia en la oficina.

Es un doctor de ojos azules

que habla con palabras fuertes y elegantes

que usa una corbata de seda

y tampoco tiene la respuesta

a por qué Dios mío, ¿por qué se enferman?

 

El cáncer es el  de la calle central

que tiene un parqueo grande

que siempre está lleno.

Es el testimonio de la señora

que venció la enfermedad.

Es el regreso a casa

y los días que les siguen.

El trayecto pasando el campo de fresas

los supermercados

y nuestro restaurante favorito.

Hay margaritas creciendo junto al muro de piedra

y claveles blancos y tréboles rojos

y esperanza al lado del camino

al cual el cáncer se aferra

para que muera.

El cáncer es una guerra que muchos pelean

y ganan con una corona

de victoria, de vida o muerte.

El cáncer reconoce que Dios lo ha diseñado

para Su Gloria y no la mía

por Su Amor y Su Misericordia

El cáncer llega a casa y se esconde en un rincón

a ahogar una catarata de lágrimas

hasta que quedan secos los ojos

y rotas las palabras.

Es un silencio eterno y constante

que no se acaba, que no dilapida

que no tiene sentimiento que no sabe de alborotos.

Es un silencio perenne

y es la voz de Dios a la vez

que sabe que lo que Dios ha hablado

no se va a quedar olvidado.

El cáncer es una foto

desteñida y acabada de cuando joven

de cuando niño

 

El cáncer no acaba aunque acabe el poema.

Celebra su aniversario de bodas

con un beso y una candela.

 

El cáncer no es morir

sino vivir despacio

vivir sencillo y sin mucho trasto.

Es querer cada segundo cada instante

que te tengo al lado.

Se despierta en la mañana

agradecido de tener

otra nueva oportunidad

y otra mañana tan solo.

Es callado a veces y a veces grita

de temor, de rabia, de locura.

 

El cáncer es una pareja joven

que se acaba de casar

y que se aferran uno al otro

y a su fe y a Dios, Dios mío.

Se casa y esperan el momento

para empezar a vivir,

están esperando que el cáncer acabe,

pero viven mientras se acaba.

Es una rosa que vino

con un anillo de compromiso,

un amor conquistado,

y un amor confesado.

Es una pregunta aún sin respuesta

y una promesa cumplida

de estar contigo mi vida.

Escuchan una canción que habla de un salvador

y se miran confiando

que hay vida más allá

del cáncer, la lucha, el mañana,

más vida más allá

del por qué Dios, ¿por qué a mí?

Lloran abrazados por un rato

y siguen el viaje a casa

tan solo once millas para llegar,

tan solo un poco más.

Se vuelven a mirar sabiendo

que el amor no acabará.

 

El cáncer duele en la espalda

y en el costado, pero aun así sonríe.

Hace promesas y dice muchos te amo

para que lo sepa yo y lo sepa el mundo.

Es una montaña rusa y una rueda de Chicago

una aventura tras otra

y una puerta abierta.

Es el empezar y el apreciar de cada momento

y en cada momento nos volvemos un solo

sin saber si queda poco tiempo

 

El cáncer hace el amor con cuidado

y toca y acaricia despacio

como abriendo un tesoro precioso.

No tiene prisa, no se apura

pues cada instante es muy valioso.

Y se duerme pensando en poemas

y en palabras y en oraciones.

 

El cáncer es esposo, esposa, hermano, hermana,

amigo, amiga, cuñado, cuñada,

padre, madre, y esperanza.

Una herramienta para que Dios me encuentre

y me saque de donde me escondo.

 

El cáncer no deja de hablar del cáncer

sigue escribiendo porque sigue doliendo,

sigue diciendo lo que nunca ha dicho

lo que por años no ha dicho

porque ha dejado su patria hace años y no ha regresado.

Tiene su apoyo en casa y tiene amigos

y busca cama y busca descanso

y busca alivio y busca respuestas.

Pero sabe que las respuestas están lejos y no hay quién las dé

sólo Dios.

Dios

Dios sabe lo que el cáncer es

y sabe que es más que esto que veo

más que esto que escribí.