No he logrado percibir esa invisible barrera
Donde rebota el sonido de mi declamación
No noto si es mi voz o una onda cualquiera
La que regresa a mí al redactar una oración
Es acaso mi sombra la que vida ha cobrado
O mi reflejo que ha ganado independencia
Sigue siendo mi voz la que he escuchado
O la misma idea en diferente frecuencia
Que escucho cuando el silencio se rompe
En mi mundo de sordera y hermetismo
Que es lo que el eco distante me esconde
Acaso me ha contestado mi propio lirismo
Que es ese sonido que el viento me retorna
Que vuelve a mí al abstraer mi identidad
Cuando la plasmo en un papel que adorna
Lo monocromático de mi propia mentalidad
Dime eco, para quien he escrito tanto
Es que espero del prójimo alguna réplica
O es un monologo de ideología y moral
Envuelto en cadente prosa y sutil estética
Dime eco, que me traes cuando regresas
Para que tanto sentir, para que tanto pensar
Si entre estas fuertes pero inútiles letras
Mi mundo torcido nunca logro enderezar
Poesía, es que estos infiernos se comparten
Estas dudas plasmadas tienen destinatario
Acaso eres una rítmica carta que se reparte
Entre todos los actores del sufrimiento diario
Que espero hallar al reverso de mis letras
Si ya no sé si la respuesta es realmente mía
Un debate entre el monólogo y la encuesta
Acaso espero ayuda o es mi propia guía
Es esta mi salida a la incertidumbre de vivir
Pues mientras más conozco menos entiendo
Acaso es mi único legado antes de partir
O el consuelo que me brinda mi propio eco.
Andrés Ruiz H.