(Inspirada en Talita y el asaí de su casa)
(Composición en ritmo de Taquirari, música folklórica del oriente y norte de Bolivia, al estilo del siringuero, hombre trabajador de la selva amazónica, recolector del caucho o siringa)
Debajingo de un asaí peladinga una tarde te ví tan hermosa como un patujú y tus ojos acechándome. Con tus labios color de urucú tu sonrisa hechizándome de la caña heredaste la miel de la yaca el olor de tu piel. Es el recuerdo de este siringuero que quiso brindarle su amor a una princesa salida del Acre pandina de mi corazón. En el tronco de aquel asaí dibujado quedó un corazón con los nombres de ella y de mí y una flecha atravesándolo. Es solo el sueño de un siringuero que quiso ofrendarle su amor a una sirena salida del Acre pandina de mi corazón.