En los sueños estridentes de mi mente
hoy veo al cielo divagando complaciente
entre días vividos como presente
que no se viven nunca eternamente,
días de ayer días de antaño en mi mente exigente
sigue en diáfanos sueño creciente,
que pone a flote el velero plácidamente
que a la mar se adentra muy lentamente,
entre oleajes relajantes de la mente
empieza el viaje de la infancia de este escribiente.
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En los momentos tempranos de mis días
la caricia de la brisa que estremece todavía
días de sol días de lluvia pero fueron tan míos como siempre,
explorando el campo, viajando en el monte
transcurrieron los días entre alimañas
tarántulas, escorpiones, vivoras y hormigas
que fueron juguetes de la infancia mía,
expediciones de sueños hermosos para mis días,
en fiestas el mas solitario del grupo ente gente pero solo
por ser diferente en conciencia y de hábitos de amistad sincera
de inventiva loca de jugar a ser electricista y electrónico
loco que se hecho a nadar sin saber flotar
domador de bichos y serpientes que infancia tan elocuente
que miedo dirían muchos yo solo vivía como pez en el río.
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Cigarras música del recuerdo
atadas a un cordel mi mente de infante volaba
a jugar al alpinista sin haber trepado un arista
mucho mas un vertical tan alto
a mas de 300 metros de altura
como nube en ladera el viento soplaba
mi alma fue libre por ser yo en mi esencia pura,
que fue aventura mas que demencia en las alturas,
entre dorados maizales zurcí mis recuerdos
ríos de arenales donde deje mis huellas borrarse en sendos pastizales
mi primer trabajo oficial, de bombero a los 15
mi primer sueldo aun lo conservo
y ya han pasado mas de 19 años
que dirán que desperdicio guardar unas cuantas monedas
peor lo pensaron mis compañeros
al ver que lo invertí en un libro diccionario
que me costo una quincena de salario
joven mas que extraño comprar un libro
ver semejante persona extraña a su edad
pero seguí siendo yo en esencia y mente,
es un libro que hasta hoy conservo
de escuela no tuve mucho o tal vez demasiada,
de primaria un tablón fue mi banco y unos tabiques en alto
parte de mi pupitre diario,
cuando tuve suerte fue un salón con cuarto, quinto y sexto con un maestro,
cuando sentí que iba a quedar en el olvido llegue a secundaria
que gran alivio ¡ que paso ! ¡ otra vez lo mismo ! en una casa de salón
un pupitre sin apoyo o sin asiento
un maestro de aviador jugador de fútbol que nos dio español
solo verbos y sustantivos.
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la escuela mas grande me la dio la vida
en el campo, en el monte y en la brisa
no creo llegar a ser grande pero de lo que estoy seguro
es que fui yo en todo momento con mi esencia, mi lamento y mi sonrisa,
que mas de uno me vio la cara pero que importa
siempre fui el mismo con mi mano hacia el frente
siempre amigo siempre consiente
de alma viajera e imaginación entera,
que deparaba el destino viajando al campo y del campo a la ciudad
viajero errante tan solo en el monte en la sierra y en el campo
momentos de soledad que me enseñaron de mas,
a escuchar el viento el naciente silencio en latidos del corazón
el abucheo del río que fue un suspiro de sueños fluidos
tierra mojada que de dicha me inundaba,
tiempos sin tiempos desde el amanecer al alba
siempre fue placentero despertar dentro del sueño
manipulación completa fantasía lograda,
volando despierto recorriendo lugares complejos
lugares de paz centro del alma y de mi universo.
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tal vez sea poco tal vez sea mucho solo vago, solo escucho
los pasos después de la cama y el comienzo de un nuevo día
esbozando con tiza y coloreando con acuarela el bello velo de la vida.