No le temo a tu presencia
friolenta y mal vestida,
¡yo amo la vida!
no quiero ninguna ausencia.
Vete de mi,no tengo herida
que a un llamado tuyo obedezca,
sé que Dios está conmigo
y que no acabarás mi existencia,
sólo él sabrá el momento
de mi triste desenlace,
sin ningún impedimento
él sabe lo que hace.
DERECHOS RESERVADOS.