Gracias Mamita por tu amor incondicional a manos llenas. Gracias porque me permitiste nacer, conocerte y disfrutarte a pesar de las dificultades que te trajo el tenerme en tu vientre. Gracias por brindarme todos los cuidados necesarios para que vaya creciendo sanamente, conociendo a Dios a través de ti y caminando por la vida sin tropiezos.
Se que hay momentos en que te sientes muy triste y desesperada porque te ves solita conmigo sin la ayuda de mi padre... y las cosas te salen mal. Pero aunque muchas veces lo dudes, Dios está con nosotras y tenemos a nuestro lado personas que nos quieren y nos ayudan cuando más lo necesitamos.
Si es en bien del amor y la felicidad, la vida regresará a mi padre a nuestro lado, sino, sabrá ponerte a un gran hombre que sepa valorarte como mujer, respetarte profundamente, amarte como te lo mereces y ser un excelente padre para mi.
Con la pequeñez y fragilidad de mi cuerpo, quiero regalarte lo único que tengo; mis dulces sonrisas para aliviar tus tristezas, mis suaves manitas para abrazarte muy fuerte y mis cálidos besos para enjugar tus lágrimas en tus momentos de soledad y más dificiles de tu existencia.
Nunca me faltes, Te Quiero Mucho!