El enemigo, no debe existir,
en tu corazón, no debe estar,
para ello, hay perdón,
pues si él, te hizo daño,
perdónalo..
Si él, es tu enemigo,
no lo seas tú, de él,
y si él, te hizo daño,
no se lo hagas, tu a él,
ámalo, como a un amigo...
El entenderá,
cual es su destino,
perdonarle ya,
seamos amigos,
pues, es mejor, tener amigos,
que enemigos...
Héctor Molina