DÉJAME QUE TE AME
Déjame, mi amor, que te ame como jamás haya amado,
déjame que sobre tu pecho mis labios te vayan rozando.
Déjame que cual paloma surque vientos encrespados,
y vaya de loma en loma hasta llegar a tus brazos.
Déjame que yo derrame mi fervor en tus mejillas,
en ese acto
déjame que sienta la dulzura de tus caricias.
Déjame, mi amor, que muera del entusiasmo sentido.
Hacia tu vera
la lejanía deje para vivir este amor tan querido.
Déjame que mi corazón te ame más allá de todo amor
y un cántico de gloria genere nuestro ardor.
Déjame que yo sea aliento, brisa que tu faz acaricie.
Espejo de tus ojos sea, mi faz en ellos se mire.
Déjame ser remolino, torbellino de delicia,
déjame ser la alborada que te nimbe de ambrosía.
Déjame llegar a tu cuerpo latido de tu corazón
déjame que al tuyo fundido, el mío te sea fruición.
Déjame ser tu suspiro, El sonido de la fontana,
que derramando su agua labra camino en tu alma.
Déjame que sea la aurora, que te despierte del sueño,
en tu corazón me mire. Como del mío dueño.
Déjame que mi ser te quiera, como siempre ha anhelado.
Verdadero amor en ti vertido, sienta tu ser embriagado.
AUTOR
© Velisario R. Sanabria Acevedo
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D. Leg. N° 822