La luna se unió al sol de madrugada,
para bañar de luz la Flor más bella,
y poner en sus ojos las estrellas,
de todo el universo consteladas.
Con gotas de rocío la alborada,
coronó su sonrisa en madreperla,
y rozando su piel al recorrerla,
la brisa se tornó más perfumada.
Su fragancia hoy impregna lo que toca,
a su paso se encienden primaveras,
y rompe mi alma todas las barreras,
si ahogada en la pasión más loca,
la llama de mi amor se vuelve hoguera,
atizada en los besos de su boca…