GITANA DULCE

TUS HIJOS.

Tus hijos no son tus hijos,

son hijos e hijas de la vida,

deseosa de si misma.

 

No  vienen de ti, sino a través de ti

y aunque estén contigo,

no te pertenecen.

 

Puedes darles tu amor,

pero no tus pensamientos, pues,

ellos tienen sus propios pensamientos.

 

Puedes abrigar sus cuerpos,

pero no sus almas, porque ellas

viven en la casa del mañana,

que no puedes visitar

ni siquiera en sueños.

 

Puedes esforzarte en ser como ellos,

pero no procures

hacerles semejantes a ti.

Porque la vida no retrocede

si se detiene en el ayer.

 

Tu eres el arco del cual tus hijos,

como flechas vivas son lanzadas.

Deja que la inclinación

en tu mano de arquero

sea para la felicidad.

                                       KAHLIL GIBRAN