Ay amor, si tu pudiera…
si tú pudiera sentir el
hormigueo de mi cuerpo
cada vez que me
sorprende esa mirada
risueña de tus ojos
soñadores.
Si pudiera percibir mis
pensamientos, podrías
imaginarte de que manera
te invento y, en esa
imaginación, conocer los
sentimientos de este iluso
corazón.
Si tú pudiera pensarme
tanto como yo te pienso,
seguro que sentirías lo
mismo que estoy sintiendo:
un repicar de campanas
haciendo eco en mi
cuerpo… repitiéndome tu
nombre.
PABEDIZ…