Voy recortando los tiempos,
voy calculando distancias,
voy dejando que mi sueño
se despierte a la esperanza.
Hoy el sol me da la fuerza,
que algunas veces me falta.
Y mi río, siempre alerta,
me sonríe, color plata.
Corren brisas, que me alientan,
soplan vientos de deseo,
cada vez estás más cerca…
hoy me lo afirman los cielos,
con colores de promesas,
donde el verano es el dueño
y, por eso, mi alma sueña.
Verdes que rejuvenecen
a mis árboles del río,
con sus brazos que se extienden
hacia el azul infinito
y celebran que tú vienes
para encontrarte conmigo.
¡Qué bella que está la tarde,
sentado junto a mi río!
¿Qué diré cuando yo sepa
que tú por fin has venido?
(RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR)