Que duro fue tu tormento
que breve la despedida,
la frialdad de una cama
las palabras contenidas.
Fuiste madre primorosa
fiel compañera y amiga
quizás por eso no cierran
ni se curan las heridas.
Bendigo una y mil veces
esta pasión que me anima
liberando este tormento
esta rabia contenida,
y que transforma en poemas
hacia ti madre querida.
Como piedra de molino
ruedo sin ser detenida
hundida en la oscuridad
sin esperanza...perdida
hay mi madrecita bella
dejaste mi alma herida.
Ya sin lagrimas mis ojos
sin ilusiones, mi vida.
Tu cuerpecito se pudre
tras de una lapida fría
y si el tiempo irrespetuoso
borrara tu fotografía.
que será de mi existencia
mi compañera, mi amiga.