Yo te esperé y tú no llegaste
a buscar si mi amor aun existía.
Yo te pensaba todo el día
y tu de mi ya te habías olvidado.
Ni siquiera me amaste,
por que en otros labios ya te asías
cuando recién de mi te separaste.
Y aun osas llamarme: amor?
Que boca, la tuya, tan profana
Como te atreves a pronunciar siquiera
una palabra tan inmensa
Tan pura y tan sagrada.
Te acercaste a mí con la vil intención
de enredarme en tus locuras
y loca me volviste,
con saña me heriste
y tan profundo
que a rodar por el mundo
con mi tristeza me fui
y aunque viste
como te lloraba
jamás dijiste: pobre!
Ni te apiadaste de mí
Y aun osas llamarme: Amor?
Pero, si jamás me amaste!
Ha sido siempre, tu ánimo un narciso
Al que hay que rendirle pleitesía
Y aunque a tus pies yo me rendía
Jamás fui gran cosa para ti
Decías que era poco lo que te quería.
Y aun osas llamarme: Amor?
Pero si jamás me amaste!
Mi dignidad, la pisoteaste,
y ahora, integra, la quieres encontrar
como si fuese mi corazón de roca,
como si fuese de metal,
cuando lo has roto como al más frágil cristal.
En efecto, tengo mucho que reclamar
porque era yo una niña
que con ternura te quiso amar
te ofrecí mi inocencia,
mi locura, mi ingenuidad.
Una niña que te creyó un caballero
Una niña, que al quitarse de los ojos
La venda, en mujer se convirtió
En mujer, que al ver todo tan claro
Al amor grande y verdadero conoció
Y hoy regresas a llamarme: Amor?
Que es lo que quieres lograr?
si tu, no me amaste jamás!
Quizá pienses que de nuevo puedes envolverme
En tus fantasías de galán
Porque no imaginas
Que te he dejado de amar
Porque algún día, ciega, creí
Que no habría más vida, después de ti
Pero encontré mi valor
Y me lance sin red
y a salvarme los brazos de un ser
noble y hermoso se aprestaron
y a mi alma con dulzura consolaron
y de nuevo amo hoy
como un día te ame
y porque jamás me amaste
no oses nunca, llamarme: amor